
Ayer jueves, 8 de julio, se presentó la Memoria 2020 de las Cáritas diocesanas con sede en Catalunya. En el acto intervinieron el arzobispo de Tarragona y presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET), Joan Planellas; el presidente de Cáritas Cataluña, Francesc Roig; la representante de la Comisión de Acción Social de Cáritas Cataluña, Miriam Feu, y la representante de la Comisión de Comunicación de Cáritas Cataluña, Anna Roig.
Planellas recordó que "el año de la pandemia ha marcado nuestras vidas, las de todas las personas que formamos parte de este país". El arzobispo de Tarragona y presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense destacó que, «gracias al apoyo de nuestras comunidades parroquiales, de los voluntarios y de los técnicos hicimos posible el mantenimiento de los servicios fundamentales y la creación de fondos de emergencia COVID-19 o bien aprobar presupuestos extraordinarios con el objetivo de ayudar a las personas y las familias.
Para Planellas, «el coronavirus llovió sobre mojado, puesto que veníamos de una crisis económica y social no resuelta. Como siempre en estas crisis, las familias que ya se encontraban en situación de exclusión social volvieron a sufrir las peores consecuencias del paro de la economía». Para el arzobispo de Tarragona, la situación futura será compleja, pero "podremos salir adelante con la ayuda de todos".
Acto seguido, Francesc Roig, presidente de Càritas Catalunya, puso de manifiesto que la sacudida que ha supuesto la pandemia. Explicó que el panorama que ha dejado la COVID-19 es muy preocupante porque casi dos de cada tres familias sobrevivieron con un trabajo informal, y el 20,2 por ciento de las personas atendidas por las Cáritas catalanas vivían en hogares que no contaban con ningún ingreso económico. Una estadística que casi ha duplicado la realidad de las familias que sufrían esta grave situación antes de estallar la pandemia, a mediados de marzo de 2020. Esto se ha traducido en que más de la mitad de los hogares acompañados por Cáritas se hayan encontrado inmersos en situación de pobreza severa (55,3%).
Las medidas de protección social fueron y son todavía insuficientes. El 93,5% de las familias acompañadas por las Cáritas catalanas no cobra la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC). Sólo el 9,7% de las familias recibe correctamente esta prestación y casi el 50,5% de las familias transitan en el desconocimiento administrativo para solicitarla. Un 64% de las familias atendidas por las Cáritas de Cataluña tampoco tiene información sobre el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y sólo un 19,4% considera que tiene información suficiente para poder iniciar su tramitación oficial.
Crisis tras crisis, las familias más frágiles son las grandes perdedoras
Miriam Feu, representante de la Comisión de Acción Social de Cáritas Cataluña, desgranó los datos sobre las familias atendidas por las diez Cáritas diocesanas con sede en Cataluña. Destacó que colectivos más afectados por la exclusión social en este período marcado por la pandemia siguen siendo las madres solas, las familias con hijos, las personas mayores y las personas que provienen de otros países y que no tienen su situación regularizada, o caen en la irregularidad sobrevenida. Según las franjas de edad de las personas atendidas, más de la mitad de las personas son adultas (58%) y del resto, el 19% son menores. Según el tipo de convivencia, siguen siendo mayoritarias las familias con hijos las más afectadas, un colectivo que en 2020 ha pasado a representar al 53% de las personas atendidas. Según la tenencia de la vivienda, cabe destacar cómo las formas de vivienda que no consideramos digna afectan al 44% de las personas atendidas. Por lo demás, el 47% vive en régimen de alquiler, y el 9% restante en régimen de propiedad.
Según la zona de nacimiento, el peso de las personas atendidas provenientes de Sudamérica y Centroamérica está al 32%. Siguen las personas nacidas en África, con un peso del 29%. Por lo que se refiere al número de personas atendidas nacidas en España, se sitúan en el 31% del total. Por lo que respecta a la situación administrativa, se distribuye en proporciones prácticamente idénticas entre las de nacionalidad española (33%), en situación administrativa regular (34%) y en situación administrativa irregular (33%). Por último, según la situación laboral, el 64% de las personas atendidas se encuentra en paro, reflejando la estrecha relación entre las situaciones de paro y la exclusión social. El 16% de las personas atendidas tienen un trabajo, que siempre es precario y no les permite cubrir sus necesidades básicas.
A continuación, Anna Roig, representante de la Comisión de Comunicación de Cáritas Cataluña aseguró: «aprobamos en solidaridad individual, suspendemos en articulación de respuestas colectivas: así como vemos que nuestra sociedad cree en las respuestas solidarias individuales ante las situaciones de emergencia, vemos que, en cambio, no se produce la r las condiciones de vida de las personas en situación de mayor vulnerabilidad».