El municipio de Sant Julià de Ramis tiene como patrones a san Cosme y san Damián, los "santos médicos" como son conocidos popularmente. El templo más antiguo de esta parroquia, documentado desde 1019, está dedicado, actualmente una iglesia construida en el año 40 del último siglo y situada en el casco urbano, acoge los servicios parroquiales, pero el privilegiado emplazamiento del otro lo han convertido en un lugar muy visitado y que acoge celebraciones familiares y tradicionales.
Por iniciativa del Ayuntamiento y con el apoyo decidido del Colegio oficial de Médicos, se ha recuperado la fiesta patronal bajo la advocación de estos mártires del siglo IV. El obispo Francisco siempre les ha acompañado en la celebración eucarística. La de este año, con un centenar de profesionales presentes, acompañados de amigos y familiares y numerosos feligreses de Sant Julià, tuvo la “complicidad” de la meteorología en un día radiante.
En su homilía el obispo hizo un breve recorrido por la relación del evangelio con la curación de los enfermos, desde los crónicos hasta los que puntualmente pedían salud "de cuerpo y de espíritu", hasta culminar en las resurrecciones narradas por los evangelistas y que culminan con el gran milagro de la propia de Jesús, verdadero.
A la salida de la celebración, el obispo felicitó a los profesionales médicos presentes ya sus familias y agradeció el apoyo del Colegio que ha permitido recuperar la vertiente cristiana de la jornada. También lo saludó a los representantes municipales ya los de las empresas y laboratorios que apoyan el encuentro (en la fotografía).