Este viernes 17 de diciembre por la noche la Escolanía de Montserrat, dirigida por Bernat Vivancos, ofreció un concierto en nuestra Catedral. El acto era organizado por la Cámara de Comercio de Girona que a lo largo de este año ha celebrado el centenario de su fundación. Previamente nuestro obispo Francisco presidió la celebración de la Eucaristía de acción de gracias y en memoria de todos los miembros de la Corporación centenaria. En su homilía el obispo señaló el valor del trabajo, del esfuerzo y de la iniciativa empresarial, que habitualmente surge en los ámbitos familiares y también destacó la sensibilidad de la corporación al hacer memoria de sus compañeros de corporación.
El concierto se inició de forma espectacular con la entrada del treinta y cinco cantores en la oscuridad de la sede todo cantado el “Welcome!”, obra de su director y al llegar al espacio del recital cada monaguillo encendía su cirio. Es entre el órgano y el presbiterio.
La pieza central de la primera parte del concierto fue Ceremony of carols, del compositor británico Banjamin Britten, posiblemente el más sólido del Reino Unido en el último siglo que en su extensa obra se incluyen composiciones con participación de voces blancas. Una larga ovación saluda a esta obra que incluye la participación de solistas, algunos de los cuales lo hacían desde las tronas. En su conjunto el concierto evidenció, una vez más, las extraordinarias condiciones acústicas y de sonoridad de la sede donde no se necesitan sistemas de amplificación para seguir con perfecta normalidad las interpretaciones musicales hechas desde el nivel del presbiterio.
La segunda parte la dedicó la Escolanía al compositor tan vinculado a Girona como es el recordar maestro Francesc Civil, antiguo monaguillo de Montserrat a principios del siglo pasado, en base a una serie de villancicos que debía armonizar de tal forma que se pueden interpretar sin interrupciones. La clausura del concierto con unos bises previstos uno de ellos interpretados con los cantores en el entorno del público y el Virolai compartido con el público.
Al finalizar el maestro Vivancos y el excelente pianista Vicenç Prunés se dirigieron al público en agradecimiento a la acogida recibida por parte de los gerundenses. Por último Mons. Francesc Pardo, felicitó y agradeció el esfuerzo de todos los que habían hecho posible el concierto que calificó de evento, felicitación simpática, por el reciente Obispo de la Escolanía al que había administrado el Bautismo y aplauso con el público de pie como despedida.
