Si los trabajos siguen el orden previsto, antes de Semana Santa se inaugurará la reforma de ampliación del presbiterio de la Catedral. Esta mañana, el presidente del Capítulo, Mn.
Por un lado, se instala un nuevo altar que procede de la antigua catedral románica y que hace unos años fue restaurado. Es de mármol y se pondrá sobre una estructura de hierro, sobre la cual habrá un suelo de madera adaptado que permitirá poderlo abrir siempre que sea necesario. Este sistema se ha hecho para proteger el suelo actual en el que hay lápidas de obispos gerundenses. Alrededor del nuevo presbiterio se instalará el nuevo corazón y se han quitado de forma definitiva las tronas.
En el presbiterio antiguo quedará sólo la silla de Carlomagno, el retablo -que está siendo limpiado estos días- y la silla del presidente de la Celebración.
La dedicación de este nuevo altar está prevista para principios de abril y será la cuarta vez que será dedicado. Las demás fueron en el siglo XI cuando se terminó la construcción de la catedral románica, la segunda en el siglo XIV cuando se instaló el presbiterio gótico y la tercera en 1939 cuando devolvió el culto en el templo después de la Guerra Civil.
Otros dos elementos que se incorporarán serán el ambón y el baldaquino. El ambón (el atril donde se leen las lecturas) es nuevo y está formado por hierro. Si ha ensamblado una parte de mármol a partir de una pieza que había formado parte del cancel de la catedral románica.
El baldaquino (una estructura gótica de plata dorada suspendido por cuatro columnas que cubrirá el altar) fue restaurado hace quince años y actualmente también está recibiendo trabajos de limpieza.
El actual presbiterio de la Catedral ha tenido que reformarse porque estaba pensado para hacer las celebraciones de espaldas al pueblo, tal y como se llevaban a cabo antes de la reforma litúrgica del Vaticano II.
Las obras empezaron hace cuatro meses y tienen un presupuesto de 250.000 euros que son sufragados por la propia Catedral y la Generalitat de Catalunya.
Fotografía: Mn. Jaume Julià atendiendo a los medios de comunicación ante las obras del nuevo presbiterio (Foto: Àngel Almazán)
