El día 12 de junio, Domingo de Pentecostés, a las 6 de la tarde, el obispo Francisco administró el sacramento de la Confirmación a un grupo de adultos que habían culminado su preparación catequética. A las 4 de la tarde y en la misma Catedral, recibieron la última sesión de catequesis sobre el tema "La Catedral de Girona, edificio de la fe del pueblo cristiano".
Los confirmados fueron 18 adultos de entre 18 y 40 años, acompañados por sus padrinos, preparados en sus respectivas parroquias y que habían hecho el domingo anterior, en el monasterio cisterciense de Santa María de Solius (Baix Empordà), un remanso y la celebración penitencial. El receso fue dirigido por Mn. Joan M. Amich, Delegado episcopal por el Catecumenado y por el P. Jaume Gabarró, monje de Solius.
Acompañaban al obispo Francisco, durante la celebración, miembros del Capítulo Catedral y los diferentes rectores de los confirmandos y sus familiares.
El obispo, a lo largo de su homilía, resaltó el hecho de que el Espíritu Santo sigue trabajando en nosotros, en nuestro interior, en nuestras comunidades, en nuestra Iglesia. Explicando el sentido del sacramento de la Confirmación, dijo: «Es necesaria la confirmación para vivir, y para vivir fiándonos de Jesús. Él es la respuesta a la sed más honda de nuestro corazón, sed de vida, de amor, de felicidad, de paz... “Yo soy el camino, la verdad y la vida”».
El sacramento de la Confirmación, junto con el Bautismo y la Eucaristía, constituyen el conjunto de los «sacramentos de la iniciación cristiana».
La celebración fue un gozo para la Iglesia diocesana.
En la fotografía una instantánea de la celebración.
