Mn. Joan Llidó, presbítero de la diócesis de Segorbe-Castellón que ha sido el encargado de dirigir el retiro, ha dividido el tema escogido como reflexión, Ministerio sacerdotal y nueva evangelización, en dos apartados: "La identidad del presbítero diocesano" y el propiamente dicho "Ministerio sacerdotal y nueva evangelización".
Después de hacer un discernimiento sobre la identidad cuestionada del presbítero y de manifestar cómo debe ejercer la caridad pastoral —ejercicio del ministerio, radicalismo evangélico vivido con un talante apostólico en el seno de una Iglesia diocesana alrededor de un Obispo sucesor de los Apóstoles—, ¿ha entrado de pleno en el pleno? ¿Qué pueden hacer los presbíteros? ¿Qué se les pide? ¿Cómo deben hacerlo?
Cuatro consideraciones en torno a este último punto:
"Respetar la libertad de las personas, su conciencia y creencias".
"No hacer caridad a cambio de conversiones, sino evangelizar por caridad".
"No buscar tanto el éxito como la fidelidad".
"Mantener la esperanza y la bondad".
El receso, al que han asistido el obispo Francisco, los obispos eméritos Jaume Camprodon y Carles Soler y un importante número de presbíteros y diáconos, ha tenido lugar en la Casa de Espiritualidad Santa Elena de Solius.