Ayer miércoles de ceniza, inicio de la Cuaresma, en la parroquia de San José de Girona, el obispo Francisco impuso la ceniza a los jóvenes que, convocados por la Delegación de Pastoral con Jóvenes, asistieron a la celebración.
Los obispo les va alentado a vivir este período como un enamoramiento con Cristo. Para ello deben soportarse en tres pilares: el amor, la oración y la penitencia (adaptada a la actualidad). También remarcó la importancia del silencio, a pesar de que cueste encontrar ratos para hacerlo con el ritmo de vida que estamos acostumbrados a seguir. Fue una celebración muy familiar y acogedora con gran participación.