La 6ª Jornada de Maestros y Profesores de Religión de las Diócesis con sede en Cataluña se celebró el pasado sábado en Lleida, con la asistencia de más de 500 profesionales, lo que representa cerca del 50% de participación de los miembros de este colectivo. La Lonja de Lleida acogió el acto institucional de apertura, con la presencia del Obispo de Lleida, Joan Piris, el Arzobispo de Tarragona, Joan Pujol que es obispo responsable del SIERC, el secretario de políticas educativas del departamento de Enseñanza, Lluís Font, el concejal de Educación e Infancia de la capital del Segrià, Jesús Castillo, de la diócesis de Lleida, Luis Sallán, en nombre de todos los delegados de enseñanza.
También estaban presentes en el momento inaugural el director general de Asuntos Religiosos, Xavier Puigdollers, y el director de los Servicios Territoriales de Lleida del departamento de Enseñanza, Miquel Àngel Cullerés.
Tras la presentación, tuvo lugar la ponencia Pedagogía de la esperanza: un reto urgente, a cargo de la Dra. en Pedagogía Antonieta Mateus. Durante la jornada, se programaron 18 talleres de profundización que fueron impartidos por expertos en las distintas materias.
El alcalde de Lleida, Àngel Ros, fue el encargado de cerrar la jornada en la Seu Vella, donde el Obispo ofició una misa. Ros agradeció todo lo que hacen los profesores de religión por los chicos y chicas, ya que están cumpliendo una de las funciones humanas más nobles, que es la educación "en un ámbito tan importante como es la religión", puesto que "no se pueden transmitir los valores y la práctica continuada de estos valores sin una formación religiosa".
La clase de religión tiene un importante impacto, ya que aproximadamente medio millón de familias de Cataluña, entre 45.000 y 50.000 sólo en Lleida, matriculan a sus hijos en religión, entre la escuela pública y la concertada.
Al terminar la eucaristía, se leyó y entregó una declaración del profesorado de Religión de Cataluña, en el que podemos leer:
Conscientes de que estamos en un mundo con profundas diferencias, necesidad de justicia y solidaridad; en un entorno secularizado donde a menudo parece que no hay necesidad de Dios y que el hecho religioso quiere relegarse al ámbito privado; lejos de conformarnos con las quejas y lamentaciones, queremos mirar al mundo con esperanza desde los ojos del Dios que se muere y preguntarnos qué es lo que Él nos quiere decir en la situación actual, especialmente en los aspectos más desgarradores que afectan a tantas personas y también a muchos de los niños y adolescentes que nos han sido confiados. Por eso queremos contribuir con nuestra acción educativa a dar una respuesta responsable.
Queremos colaborar desde la acción de maestría que nos permite la relación personal con nuestros alumnos, acción basada en el respeto a la persona; queremos transmitir esta brizna de esperanza y confianza para que se dejen sorprender por Dios, que también se manifiesta por nuestra acción docente en la clase de Religión y se hace presente a nuestros alumnos. Sin embargo, hay que ayudarles a reconocer esta presencia ya responder a ella. Queremos trabajar en equipo y en profundidad por una clase de Religión de calidad, que instruya respondiendo a los interrogantes vitales, que mueva y acerque a las raíces cristianas de nuestra cultura, que contribuya a dar sentido a la vida y al actuar y que, con la fuerza del Espíritu, ayude a desvelar y fortalecer la fe, el encuentro con Jesús.
Conviene empezar o reanudar el camino de respuesta a este reto urgente a través del ejercicio de la pedagogía de la esperanza, en el que hemos basado la Jornada de este año y hacer que se convierta en un nuevo e irreversible camino de renovación, de diálogo, de profundidad, de confianza en nosotros, en nuestros alumnos y en Dios Nuestro Señor.
La jornada fue organizada por el Secretariado Interdiocesano de la Enseñanza de la Religión en Cataluña (SIERC) junto con la Fundación Escuela Cristiana de Cataluña (FECC).