Ante el incendio que está sufriendo buena parte del Alt Empordà quiero dirigirme a todos los afectados compartiendo su sufrimiento por las pérdidas y por la angustia y ofrecer la colaboración de nuestra Iglesia diocesana con todo lo que esté a nuestro alcance.
También pido a todas las parroquias del obispado que se ruega para todos aquellos que han perdido la vida, que están gravemente heridos o que sufren más directamente los efectos del siniestro.
En este momento, en el que se muestra el grado de solidaridad de nuestro pueblo, debemos agradecer el trabajo que se hace desde los municipios afectados, de los bomberos, de los agentes forestales, del ejército y de todos los cuerpos de seguridad de las Administraciones públicas, así como los esfuerzos que otros profesionales y voluntarios están empleando, incluso poniendo en riesgo la propia vida.
Con todo el cariño ruego por todos vosotros.
FRANCISCO PARDO,
obispo de Girona
Girona, 23 de julio de 2012