Las religiosas Adoratrices de Girona dejan la diócesis después de 121 años de presencia entre nosotros debido principalmente a la falta de vocaciones. La residencia de estudiantes, que han dirigido en los últimos años, seguirá funcionando bajo iniciativa privada.
La comunidad, formada por ocho monjas, decidió hace tres meses empezar el traslado a otras comunidades.
La actual comunidad ha vivido en un edificio situado en la Ronda de San Antonio María Claret de Gerona, el mismo lugar que ocupaba el antiguo convento.