"La vida monástica es una concreción de la vida cristiana", señaló el P. Abad de Montserrat, Josep Maria Soler, en la apertura del ciclo de conferencias incluidas en el programa del Milenario del monasterio de Sant Daniel de Girona.
En el acto que tuvo lugar el atardecer del viernes en el Auditorio Josep Irla, estaban presentes el obispo Francisco, la priora de la comunidad benedictina, el alcalde de la ciudad, el director general de Asuntos Religiosos de la Generalitat y el Vicepresidente de la Diputación, entre otras personalidades, el que habla: en tres apartados: la figura del santo fundador de los benedictinos, el sentido de la Regla y su actualización y vigencia en la Iglesia del siglo XXI.
De san Benito dijo que es una figura más importante por lo que escribió que por lo que hizo, haciendo un recorrido por la biografía que escribió san Gregorio Magno, que en sus cuatro volúmenes de los “Diálogos”, permite seguir la trayectoria vital de Benet.
Respecto a la regla, también llamada Santa Regula, se basa en el cristocentrismo, es decir que la figura de Cristo unifica la pluralidad de los miembros de cada comunidad, inspirada en las primeras comunidades cristianas. Sintetizante se puede decir que señala con qué espíritu es necesario hacer las cosas. Los rasgos centrales de la regla son la lectura y reflexión de la Palabra, la necesidad del trabajo para ganarse la vida, la acogida de los huéspedes, pues en ellos tenemos la presencia de Dios, es Cristo el que recibe. También recordó que la primera comunidad benedictina de Cataluña fue la de Sant Esteve de Banyoles.
Finalmente, en lo que se refiere a la vigencia de la vida monástica en nuestro siglo, y su concreción en la vida cristiana, dijo el P. Abad que en la búsqueda de Dios los monasterios mantienen el sentido de un lugar donde precisamente se busca. No deben verse sólo como centros de cultura, pues la cultura al servicio de la Iglesia "es una consecuencia de la búsqueda de Dios". Los monasterios deben entenderse como una escuela en permanencia, “somos novicios toda la vida”. Respecto a esta vigencia de la vida monástica, apuntó que otras confesiones cristianas, como los anglicanos, le han acogido. Por finalizó diciendo que este espíritu es el que ha reinado y reina en San Daniel desde diez siglos.
Al finalizar su intervención la priora de la comunidad de San Daniel agradeció el gesto del P. Abad de abrir el ciclo de conferencias y el obispo Francisco, entregó al conferenciante una reproducción del anillo de la condesa Ermesenda que se muestra en el Museo de la Catedral. La condesa fue la principal artífice de la fundación del monasterio benedictino del valle.
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