El obispo Francisco ordenó diácono a Pedro Narbon ayer domingo 23 de marzo en la Catedral. Acompañaban al ordenante presbíteros diocesanos, presbíteros amigos venidos del Colegio Español de Roma, diáconos, familiares y amigos.
El obispo, antes de la ordenación, ya lo largo de la homilía, hizo referencia al sentido que tiene para la Iglesia el ministerio diaconal. “El diácono debe estar al servicio de todos”, dijo, especialmente de los más necesitados; el diaconado es servicio. Toda misión en la Iglesia es servicio. La ordenación, dijo dirigiéndose especialmente al ordenante, "te debe ayudar a ser consciente de las necesidades de las personas, ofreciéndote a jóvenes y adultos para todo lo que reclamen de ti, a anunciar el evangelio, a ser siempre del Señor y de los demás". Le agradeció su disposición, ya sus padres, educadores y amigos todo el apoyo dado siendo siempre a su lado.
Terminada la celebración, los asistentes pudieron compartir un rato con Mn. Pedro Narbon en el claustro de la Catedral.
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