La catedral de Girona se llenó el domingo 21 de septiembre de familiares, amigos y miembros de las parroquias a las que han estado vinculados Mn. Pedro Narbón y Manel Masvidal, que eran ordenados cura y diácono, respectivamente. La celebración fue presidida por el obispo Francisco, asistido por seis diáconos. Concelebraban cuarenta y dos curas, entre ellos algunos del Colegio Español de Roma, compañeros de estudios de Narbón.
Al principio, el obispo dijo que ese día se desgajaba el 976 aniversario de la dedicación de la catedral y destacó la importancia de la celebración que se estaba iniciando, ya que las dos personas que se disponían a recibir la ordenación son “piedras vivas” de la Iglesia. Durante la homilía, comentó el texto evangélico que se había proclamado, un fragmento del diálogo de Jesús con la samaritana, y afirmó que Jesús plantea correctamente la cuestión de adorar a Dios: no se trata de averiguar "dónde" hay que adorarle -aunque los lugares de culto son importantes - sino de saber "cómo" hay que adorar-. A continuación exhortó a los nuevos cura y diácono a ejercer su ministerio no simplemente realizando unas actividades, sino como “un estilo de vida” que lleva a convertirse en “páginas vivas del Evangelio”.
Mn. Manel Masvidal ejercerá el ministerio diaconal en Borrassà, Cabanelles, Ermedàs, Espinavessa, Lladó, Estela, Navata, Ordis, Pontós, Queixàs, Romanyà de Empordà, Sant Martí Sesserres, Taravaus, Vilademires y Vilamalla.
Mn. Pere Narbón ejercerá el ministerio sacerdotal como vicario de las parroquias de Palafrugell y la Bisbal d'Empordà y de otras parroquias de los entornos.
En la fotografía, Mn. Pedro Narbón a la derecha del obispo y Mn. Manel Masvidal a su izquierda
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