Esta semana se han trasladado las imágenes de San Narciso y San Félix del presbiterio de la Basílica de San Félix de Girona a la capilla de San Narciso de la misma iglesia, para empezar las tareas de restauración.
Ambas piezas presentan un elevado grado de oscurecimiento y los clavos de forja utilizados para sujetar las partes añadidas a la talla central se han oxidado provocando el desprendimiento de la pintura original.
El Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña ha subvencionado el 40% de la restauración de las dos tallas de madera policromada del siglo XVI, procedentes del antiguo retablo mayor de la Basílica.