Este sábado se inauguraron las obras de restauración del monasterio de Sant Miquel de Cruïlles, que se han centrado en el campanario viejo y el nuevo y en diversas actuaciones en el interior y exterior del templo. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se mostró partidario de explicar bien a la sociedad la importancia del románico catalán, afirmando que "tenemos que explicar de dónde venimos para saber adónde queremos ir". Por su parte, El obispo de Girona, Francesc Pardo, añadió que "queremos que sea un bien público al servicio de todos. El monasterio es propiedad de la iglesia, pero también de los pueblos".
La iglesia del monasterio de Sant Miquel de Cruïlles es de la primera mitad del siglo XI. Tiene planta de basílica, con tres naves, una nave transversal que sobresale y tres ábsides semicirculares, y un cimborrio con cúpula que se levanta sobre el crucero.