La catedral de Girona se llenó ayer domingo para vivir un año más la fiesta del Corpus. A las 7 de la tarde, el obispo Francisco presidió el oficio solemne y después empezó la procesión que ya consta documentada en 1320, siendo de las más antiguas del Estado español. La custodia bajó por la escalinata de la catedral hasta la basílica de Sant Feliu. Allí se llevó a cabo la bendición del Santísimo. En el recorrido se pudieron apreciar las alfombras florales que confeccionaron algunas cofradías de la Semana Santa de Girona.
Fotografías en la Galería Fotográfica.