El arzobispo de Cracovia, el cardenal Stanislaw Dziwisz, ha presidido la Misa inaugural de la Jornada Mundial de la Juventud 2016, con especial recuerdo por el cura asesinado el martes en la región francesa de la Alta Normandía. El cardenal ha concelebrado la Eucaristía con un cura del Arzobispado de Rouen (Francia).
Miles de jóvenes de todo el mundo se han reunido en el país natal de Juan Pablo II. El cardenal ha manifestado que "han llegado desde todos los continentes y todas las naciones, de oriente y de occidente, y traen con ellos muchas experiencias y muchos deseos", y ha asegurado que aunque hablan idiomas diferentes, en esta Jornada Mundial de la Juventud "utilizaremos el lenguaje del Evangelio, el lenguaje del amor, de la amor, de la amor". A lo largo de la celebración, el cardenal Dziwisz ha invitado a los jóvenes a "compartir la fe, las experiencias y las esperanzas".
El obispo de Gerona, Mons. Francisco Pardo, y el delegado episcopal de Pastoral con Jóvenes, Mn. Jordi Callejón, también asistieron a la Jornada Mundial de la Juventud. También han viajado a Cracovia un grupo de jóvenes de Arbúcies, acompañados del párroco de la parroquia, Mn. Eduardo de Ribot.
Esta tarde se espera la llegada a Polonia del papa Francisco, que se reunirá con las autoridades, el cuerpo diplomático y el Presidente de la República. Esta misma tarde también se reunirá con los obispos polacos en la Catedral de Cracovia y mañana por la tarde oficiará la ceremonia de acogida a los miles de jóvenes venidos de todo el mundo.