Miles de jóvenes procedentes de todo el mundo participaron ayer en la ceremonia de acogida de la Jornada Mundial de la Juventud 2016, presidida por el Papa Francisco. El Pontífice aseguró a los jóvenes que "la Iglesia hoy os mira -es más- el mundo hoy os mira y quiere aprender de vosotros". El Papa Francisco subrayó que hablar a los jóvenes de misericordia "es hablar de oportunidades, de mañana, es hablar de compromiso, confianza, apertura, hospitalidad y compasión; es hablar de sueños". En este sentido, Bergoglio añadió que “cuando el corazón está abierto es capaz de soñar y hay sitio para la misericordia, hay sitio para acariciar a aquellos que sufren, para ponerse al lado de aquellos que no tienen paz en su corazón o les falta lo más bonito: la fe”.
El Papa Francisco aseguró que "la misericordia siempre tiene rostro joven" y añadió que "cuando Jesús toca el corazón de un joven, es capaz de actos verdaderamente inmensos. Es estimulante escucharlos, compartir sus sueños, sus interrogantes, y sus ganas de rebelarse contra todos aquellos que dicen que las cosas no pueden cambiar". En este sentido, el Pontífice hizo presente que "es un regalo del cielo" poder ver que, a través de las dudas e interrogantes, los jóvenes buscan que las cosas sean distintas.
El Papa Francisco quiso dar a los jóvenes un mensaje muy claro: "para estar llenos, para tener bastante renovada, hay una respuesta: no es una cosa, no es un objeto, es una Persona y está viva, y se llama Jesucristo". En este sentido, aseguró que "Jesucristo es quien sabe darle verdadera pasión a la vida, es quien nos mueve a no conformarnos con poco ya dar lo mejor de nosotros mismos".
