El obispo de Girona, Francesc Pardo, pidió ayer martes en el transcurso de la fiesta de la Virgen de los Ángeles en el santuario de Sant Martí Vell que colaboráramos "con la Virgen para dar remedio a nuestros males”. Lo hizo apoyándose con un fragmento de los gozos que se cantan en este templo jubilar de la Misericordia: “Virgen de los Ángeles, Madre y regina, dadnos remedio, os tenéis miles de ángeles a su servicio”. Según el obispo Francisco debemos esforzarnos y estar atentos a nuestro alrededor: “Lo peor es vivir con los ojos y las orejas tapadas y la boca cosida, sin darnos cuenta de nada”. Cree que "nos hemos acomodado a la situación de crisis ya una vida individualizada" e invitó a que la Iglesia sea "un hospital de campaña" que acoja a los más necesitados, como es el caso de los refugiados. Para el prelado, uno de los males actuales de la sociedad es la sustitución de Dios por ídolos, los bienes materiales, ideologías o deportistas: "La experiencia de Dios es de gozo y de libertad".
Todas estas declaraciones las manifestó en el transcurso de la homilía de la misa que fue seguida por devotos que llenaban por completo la iglesia. Fue un día donde también se reunieron muchas personas que llevan el nombre de “Maria Àngels” y sus respectivas variantes (Àngels, Angelina...).
El día contó con una comida popular y por la noche una cantada de habaneras.