Este verano la actividad impulsada por la Delegación de Jóvenes de la diócesis de Girona ha tenido cuatro hitos importantes y muy destacados. Del 10 al 16 de julio una treintena de jóvenes cristianos gerundenses recorrieron las diversas etapas que conforman los últimos 103 kilómetros del camino de Sant Jaume. No se trató sólo de un reto deportivo o lúdico, que también, sino de un camino de profundización en el seguimiento de Jesús. Además de estrechar lazos de amistad a través de la convivencia y el intercambio de opiniones, los ratos de silencio, oración y meditación a lo largo del camino ayudaron a fortalecer la conciencia de cristianos.
Del 24 al 31 de julio cerca de tres mil jóvenes de las diez diócesis catalanas, entre ellos los de la diócesis de Girona, se desplazaron a Cracovia para participar de la Jornada Mundial de la Juventud, que este año tuvo un lema adecuado para este Año Jubilar: Felices los compasivos, porque serán compadecidos (Mt 5). El papa Francisco presidió los actos centrales, a los que asistió también el obispo de Girona. Ojalá haya servido, como dijo el propio Santo Padre, para que los miles de jóvenes de todo el mundo que participaron se conviertan en verdaderos apóstoles de la misericordia en hechos y en palabras.
Precisamente el quinto aniversario de la acogida en Girona de 6.500 jóvenes venidos de toda Europa para participar de la JMJ de Madrid en 2011, centró el Encuentro Jubilar de Jóvenes que tuvo lugar en la Catedral de Girona el pasado 12 de agosto por la noche. Después de atravesar la Puerta de la Misericordia hasta el claustro de la Catedral, tuvo lugar el Velatorio de la Virgen, como ya es habitual al aproximarse el día de la Virgen de Agosto. (Ver galería fotográfica).
Por último, esta última semana, desde el 13 al 21 de agosto, chicos y chicas de nuestra diócesis han compartido una estancia con la comunidad de Taizé. Allí, se han encontrado con otros jóvenes de todo el mundo para vivir una experiencia de fraternidad y de iniciación a la oración para tomar conciencia de que el camino de la fe no se hace solo sino en comunión global.