En el marc de
l'homilia de la Missa Solemne de Sant Narcís, que ha tingut lloc aquest matí a la Basílica de Sant Feliu de Girona, el bisbe Francesc Pardo ha reflexionat sobre el testimoniatge de l'Església de Girona i el paper dels cristians en la societat actual, especialment a la llum del que ha estat l'Any Jubilar de la Misericòrdia, que es clourà oficialment a la nostra diòcesi el proper 13 de novembre.
Tras afirmar que «a menudo los mismos creyentes somos los más críticos con nuestra Iglesia [...] y olvidamos o no valoramos suficientemente la misión y el servicio que ofrecemos a diario», ha remarcado la trascendencia y la vigencia de su mensaje y de su testimonio. En este sentido, ante las autoridades asistentes -entre ellas el presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont, y la alcaldesa de Girona, Marta Madrenas- y de la multitud de fieles que se han reunido en la celebración, ha explicado que, comunicando y viviendo el Evangelio desde múltiples y diversas responsabilidades pastorales y sociales, libertad y en la paz».
Por otro lado, ha remarcado también el compromiso de la Iglesia en «caminar con los ciudadanos de cada pueblo, villa o ciudad, esforzándose por compartir alegrías, tristezas, preocupaciones, proyectos [...] No es nuestra misión, como Iglesia, dirigir y orientar nuestro pueblo por las opciones políticas que debe escoger, pero , siempre que sea para buscar el bien común para el pueblo y con el pueblo».
Por último, Mons. Francisco Pardo ha hecho referencia a algunos de los retos que plantean las personas y la sociedad de hoy, así como a las actitudes con las que hay que afrontarlos y con las que ayudar a descubrir que el Evangelio de Jesús es la mejor noticia y la mejor propuesta para la vida: generando complicidades con el mundo de la ciencia y la cultura contemporáneas; amando según el evangelio: sirviendo, ayudando, perdonando; celebrando la fe y orando por todos.