La parroquia del Mercadal de Girona acogió el pasado viernes 2 de febrero, fiesta litúrgica de la Presentación del Señor -conocida popularmente como La Candelera-, la celebración de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Un buen número de consagrados y consagradas participaron en la Eucaristía, presidida por el obispo de Gerona, Francesc Pardo.
"La Vida Consagrada, encuentro con el amor de Dios" fue el lema de la jornada de este año, que se presentaba como una "nueva ocasión de entrar en la intimidad de uno mismo, para ver qué es lo esencial, lo más importante para nosotros, así como qué nos está distrayendo del amor y por tanto nos impide ser felices".