El viernes 21 de diciembre se llevó a cabo la tradicional recepción de Navidad del obispo Francisco a los miembros de la Curia diocesana en la Casa Carles, sede del Obispado de Girona. "Estamos llamados a ser sembradores de esperanza", señaló el vicario general, Mn Lluís Suñer, al inicio de su intervención, quien también invitó a dejarse llevar por "la convicción profunda de que Dios se ha hecho hombre y que nosotros somos hijos de Dios". Después de un canto y una oración a la Virgen, el obispo Francisco dirigió unas palabras a los asistentes. “La Iglesia, como institución, tiene necesidad de sus servicios, y más en estos momentos en que muchos presbíteros y diáconos asumen varias parroquias”, afirmó, e hizo una agradecimiento a los miembros de la Curia “por su trabajo y responsabilidad”. A continuación pidió que “esta casa no sea sólo un puesto de trabajo, sino que también se sienta como en su casa”. "Hay que trabajar con alegría, paz, y ayudándonos mutuamente", dijo también, para invitarles, finalmente, a ser conscientes de que "con este trabajo humilde y sencillo haga posible que hoy Jesús siga naciendo en la vida de las personas y las parroquias".