
La ermita de Santa Cristina de Lloret de Mar quedó pequeña para acoger, el pasado miércoles 24 de julio, al gran número de personas que se reunieron para celebrar la fiesta de la patrona del municipio.
El obispo Francisco presidió, como es habitual, la procesión -terrestre y marítima- que trasladó la imagen de la santa desde la iglesia de Sant Romà hasta la ermita, donde a continuación tuvo lugar la misa solemne.
El programa de actos siguió con el reparto del tradicional estofado.
Fotografía: Generalidad