
Con motivo de la 53ª Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el miércoles 1 de enero, le ofrecemos unos fragmentos seleccionados del mensaje del papa Francisco, que puede leer íntegramente en el siguiente enlace .
«La paz, como objeto de nuestra esperanza, es un precioso bien, al que aspira toda la humanidad. Esperar en la paz es una actitud humana que contiene una tensión existencial, y de este modo cualquier situación difícil “se puede vivir y aceptar si lleva a una meta, si podemos estar seguros de esa meta y si esa meta es tal que justifique el esfuerzo del camino”. En ese sentido, la esperanza es la virtud que nos pone en camino, nos da alas para avanzar, incluso cuando los obstáculos parecen insuperables».
«Abrir y trazar un camino de paz es un desafío muy complejo, puesto que los intereses que están en juego en las relaciones entre personas, comunidades y naciones son múltiples y contradictorios. En primer lugar, es necesario apelar a la conciencia moral ya la voluntad personal y política. La paz brota de las profundidades del corazón humano y la voluntad política siempre necesita revitalización, para abrir nuevos procesos que reconcilien y unan a las personas y las comunidades».
«La Biblia, de manera particular a través de la palabra de los profetas, llama a las conciencias ya los pueblos a la alianza de Dios con la humanidad. Se trata de abandonar el deseo de dominar a los demás y aprender a verse como personas, como hijos de Dios, como hermanos. Nunca se debe encasillar al otro por lo que pudo decir o hacer, sino que debe ser considerado por la promesa que lleva en su interior. Sólo eligiendo el camino del respeto será posible romper la espiral de venganza y emprender el camino de la esperanza».
«Este camino de reconciliación nos llama a encontrar en lo más profundo de nuestros corazones la fuerza del perdón y la capacidad de reconocernos como hermanos y hermanas. Aprender a vivir en el perdón aumenta nuestra capacidad de convertirnos en mujeres y hombres de paz”.