
Este pasado domingo, 2 de febrero -fiesta litúrgica de la Presentación del Señor-, una representación de religiosos y religiosas de la diócesis de Girona participaron en la celebración de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, este año bajo el lema "La vida consagrada con María, esperanza de un mundo sufriente". La misa tuvo lugar en la iglesia del Mercadal de Girona y fue presidida por el obispo Francisco, quien en su homilía puso de ejemplo a la Virgen María: "María es modelo de esperanza y nos la ofrece. Los consagrados participáis de esta misión de llevar esperanza a un mundo que sufre".
"Hoy se nos invita a valoraros, no sólo por lo que hace, sino por lo que sois. Valoramos y agradecemos que se haya consagrado a Dios del todo. Con vuestra consagración haga presente su amor en nuestra sociedad", afirmó el obispo, y añadió: "Jesús os necesita, la Iglesia os necesita, ¡la sociedad os necesita! También hizo un elogio de los "padres practicantes habituales, que participan de las celebraciones y lo hacen con sus hijos", así como de los abuelos y abuelas: "Les doy gracias por su testimonio y les aliento a no desanimarse en esta tarea".