
La Librería Empúries de Girona acogió, ayer jueves por la noche, la presentación del libro "A los 25 años del Concilio Provincial Tarraconense. Con fidelidad y con libertad", una propuesta de Aureli Ortín y Montserrat Coll que quiere dar voz a los participantes del Concilio Provincial Tarraconense de 1995. El acto contó con las intervenciones; Dolors Puigdevall, directora de Cáritas Diocesana de Gerona y miembro del CPT; Antoni Calvó, miembro del CPT; Mn. Aureli Ortín, coeditor del libro y miembro del CPT y Marcel·lí López, como representante de la Editorial Claret.
Mn. Ortín habló del contenido de las aportaciones de los más de sesenta testigos que respondieron a la carta que enviaban, hace un año, él mismo y Montserrat Coll (coeditora del libro), a todos los participantes activos del Concilio Provincial de 1995. Aparte de conmemorar los 25 años del Concilio, querían darle voz a todos los que habían manifestado vivido, qué creían que faltaba por aplicar y qué sugerían, hoy, por la vida de la Iglesia de las diócesis con sede en Cataluña. Añadió que para los miembros que respondieron, participar significó “una experiencia eclesial extraordinaria, una responsabilidad y un privilegio”. De los aspectos positivos destacaron el esfuerzo coordinado de las diócesis por aplicar el Vaticano II, el trabajo preparatorio, la libertad de expresión oral, la convergencia a favor de los más pobres y marginados, y el marco de oración y de fe.
Dolors Puigdevall, miembro participante del Concilio, recordó la vivencia previa al evento como un momento álgido de reflexión, diálogo y movimiento. "El Concilio me hizo tener los pies en el suelo en cuanto al conocimiento de la Iglesia catalana y también viví momentos únicos de fe y eclesialidad" dijo. En el libro explica que el Concilio supuso una experiencia y visualización de formar parte de una Iglesia específica, la catalana. Antoni Calvó, también miembro del Concilio, afirmó que para él había sido "una experiencia de aquellas que marcan, de aquellas difíciles de compartir por todo lo que supone" y al mismo tiempo había sido "una gran responsabilidad". Coincidió con Puigdevall en que la fase diocesana fue una etapa muy dinámica e interesante y sugirió que era necesario releer el Concilio, revisarlo y actualizarlo.
Por último, el obispo Francisco explicó que para él el Concilio había sido un acto de fe, un don del Espíritu Santo. "Convocar el Concilio, el trabajo diocesano, la celebración de las sesiones conciliares, las resoluciones y todo el conjunto no fue más que un don del Espíritu Santo" dijo. Añadió que el Concilio fue un acto de confianza en las posibilidades de nuestras Iglesias. "Se creyó en las posibilidades de laicos, religiosos y el clero de nuestras Iglesias" afirmó. A su juicio, el Concilio provocó un acercamiento de personas y significó dejarse interpelar por la vida de la gente.
"A los 25 años del Concilio Provincial Tarraconense. Con fidelidad y con libertad" se puede adquirir en la Librería diocesana Casa Carlos de Girona, en la plaza del Vino, nº2.