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Oficina de Comunicación del Obispado de Girona

Lunes 16 de Marzo de 2020

Mensaje del Obispo de Girona con motivo del confinamiento por el coronavirus

El Obispo de Girona, Mons. Francesc Pardo, ha dirigido, esta mañana, un mensaje a toda la Diócesis con motivo del confinamiento por el coronavirus. Puede verlo en vídeo y debajo encontrará el texto:

Estimados y estimadas,

Les escribo confinado en casa como todos vosotros, siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias y de quienes tienen la responsabilidad de gobierno a todos los niveles.

Conozca las decisiones asumidas por todos los obispos de las Diócesis de Catalunya para colaborar en la lucha contra el coronavirus y evitar las infecciones.
Por eso hemos suprimido todas las celebraciones con fieles, dispensando también del precepto dominical. Ha sido una decisión que hemos asumido con dolor, pero era necesario velar por la salud de las personas y evitar las concentraciones.
Ciertamente que echamos de menos la Eucaristía con la comunión, y las demás celebraciones de la fe; ojalá esta situación nos ayude a valorar y desear mucho más nuestras celebraciones.
También recordar que cuando los curas celebramos privadamente la Eucaristía lo hacemos para todos aunque no estén presentes. Se puede adherir de corazón y desde casa siguiendo las lecturas (por internet buscando “lecturas del día”) y orando.
Mantenemos abiertas unas horas algunas iglesias para que quien lo desee ir pueda hacerlo.

Estamos en tiempos de Cuaresma, camino hacia la Pascua, y sobre todo debemos contemplar esta situación tan compleja desde nuestra fe cristiana.
Esta pandemia nos hace ser más humildes, más solidarios y quizás más humanos. Creíamos que éramos los señores, que dominábamos la ciencia, la economía, el presente y el futuro, y un “virus” nos ha recordado que somos limitados, débiles y que no somos “los dueños” de la vida, ni del presente ni del futuro. Ciertamente vivimos un cierto cuidado de nuestro posible orgullo constatando al mismo tiempo nuestras fragilidades.

Estos días estamos confinados en casa y sería necesario que también fueran días vividos con serenidad, paz y provecho por la propia vida.
Días difíciles para los niños recluidos en casa, quizás también por las tensiones familiares del día a día durante tantas horas juntos. También difíciles por la soledad de quienes viven solos, o por los ancianos de las residencias sin apenas visitas. Por eso debemos proponernos ser pacientes, pensar con los demás, estrechar los lazos de cariño, procurar servirnos mutuamente y pedir a Dios que fortalezca la convivencia o nos conforte en la soledad.

A todos los enfermos deseo su pronto recuperación, estamos a su lado ya su servicio, si procede.

A todos los profesionales sanitarios mi agradecimiento por su generoso servicio en bien de todos los enfermos y los infectados. Pido a Dios que sea liberado de todo mal y le conceda la fortaleza necesaria para ejercer la curación y el alivio del dolor. Gracias.

Me dirijo a vosotros presbíteros y diáconos, le pido que velen por su salud y para poder estar al servicio de los demás. Es difícil, seguro, atender a todos los deseos de los fieles, pero hay que cumplir las indicaciones que les hemos dado los obispos de acuerdo con las autoridades.
Vivimos unos momentos para afianzar nuestra confianza en Dios y para ejercer nuestro ministerio de una manera diferente: ofreciendo la Eucaristía celebrada privadamente para todo el pueblo de Dios, orando con toda la Iglesia, atendiendo a los enfermos que lo pidan, orando por los difuntos, ofreciendo por teléfono e internet palabras de consuelo y de espera. ¡Coraje y ánimos!

Queridos diocesanos, me atrevo a deciros en nombre de Jesús: No tengáis miedo, Él está a nuestro lado. Confiamos en Dios y confiamos unos con otros para afrontar y vencer esta pandemia. Con mi bendición y mi cariño.

Mundos. Francesc Pardo Artigas
Obispo de Girona

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