
Bajo el lema «El transporte y la movilidad: creación de trabajo y contribución al bien común» (Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, Mt 9, 35), el Departamento de la Pastoral de la Carretera de la Conferencia Episcopal Española (CEE) promueve, para este próximo domingo, 5 de julio, la Jornada de Responsabilidad conductores.
Coincidiendo con el inicio de los desplazamientos masivos, los obispos de este departamento de la CEE envían un cordial saludo a todas las personas relacionadas con la movilidad humana y la seguridad vial. En su mensaje, destacan que el transporte y la movilidad humana generan muchos puestos de trabajo que se han visto afectados por la crisis del coronavirus: «Han sido meses en los que muchos vehículos han tenido que estar detenidos por la COVID-19. En muchos hogares no ha habido ingresos pero sí muchas pérdidas económicas para muchas personas. Recemos por todas ellas», señalan.
«El tráfico es una realidad de la vida diaria y sus efectos sobre la vida de muchas personas pueden ser dramáticos, ya que éstos, como nos dicen los expertos, se deben a menudo a errores humanos: velocidad excesiva, adelantamientos prohibidos, no respetar las señales de tráfico, exceso de alcohol, etc. Estos dramáticos hechos no pueden dejar indiferente a nadie». Y citan al papa Francisco: «Nuestro mundo ve cómo se multiplican los movimientos, por lo que una movilidad eficiente y segura se ha convertido en una exigencia primaria e imprescindible para una sociedad desarrollada que asegura el bienestar de sus miembros».