
Ayer martes, 8 de septiembre, el obispo Francisco presidió la celebración de la festividad de la Virgen de la Misericordia en su santuario de Canet de Mar, en una edición marcada por las restricciones debido a la crisis sanitaria por la Covid-19, ya que tuvo que realizarse a puerta cerrada. Del mismo modo tuvo que llevarse a cabo, durante los días anteriores, la tradicional novena, con un programa que contó con la participación de diferentes curas de los arciprestazgos del Maresme y la Tordera. Para facilitar el seguimiento por parte de los fieles se retransmitieron las celebraciones en directo por Ràdio Canet ya través del canal en YouTube del Ayuntamiento.
En su homilía, el obispo habló de la protección de la Virgen María, de la experiencia de la Covid-19 y de estos meses difíciles, pero "donde también debe valorarse la entrega de todos los profesionales que han hecho frente al virus", y pidió por la paz en el mundo, "pero no sólo dónde hay conflictos armados, sino también en el interior". Por otra parte, el obispo aseguró, en una entrevista en Radio Canet, que pese a las restricciones se sintió cómodo y que intentó, como siempre, hacer llegar su mensaje a quienes también seguían la celebración de forma telemática.
Fotografías: Ayuntamiento de Canet de Mar