
La Basílica de San Félix de Girona ha acogido, hoy jueves, 29 de octubre, a las 11 de la mañana, la Solemne Misa Mayor de San Narciso, patrón de la ciudad y de la diócesis de Girona, este año bien marcada por la situación de pandemia que estamos viviendo. La ceremonia ha estado presidida por el obispo Francisco y concelebrada por varios presbíteros, canónigos y rectores de parroquias de la ciudad. También estaban presentes, entre otras autoridades, la alcaldesa de la ciudad, Marta Madrenas y el Presidente de la Diputación, Miquel Noguer, así como representantes de entidades de la Iglesia diocesana. El aforo máximo de 150 personas ha sido uno de los protagonistas visuales del oficio de este año, ya que era habitual contar con la basílica llena hasta los topes en un día tan emblemático y entrañable para los gerundenses. La Carella Polifónica de Girona se ha encargado del acompañamiento musical de la celebración.
En su homilía, el obispo ha recordado las palabras de la lectura de la carta de san Juan, en la que afirma que "nuestra fe es la victoria que ha vencido al mundo", relacionándolo con san Narciso: "Hoy precisamente celebramos la memoria de san Narciso, nuestro patrón, un hombre de fe, que como mártir y como testigo va". Seguidamente, ha hecho referencia a la pandemia: "No hemos podido disfrutar de muchos actos, ni siquiera los de nuestras ferias. Sufrimos una crisis económica que deja sin recursos a muchas familias. Llevamos heridas abiertas por el sufrimiento y la deshumanización que experimentamos. Vivimos con temor al contagio, añorados de la normalidad de las relaciones sociales, preocupados por la situación preocupado por la situación". Ante todo esto, se ha preguntado: "¿Cuál es nuestra fe?".
"Jesús hace una propuesta de vida que, fundamentada en el amor, cambia profundamente nuestro concepto de la existencia hasta el punto de que nos hace dar cuenta de quiénes somos: hermanos unos de otros", ha manifestado el obispo, quien también ha advertido que "es en la Palabra de Dios donde la propuesta cristiana encuentra su fundamento, su orientación, su seguridad". El obispo también ha señalado que "Jesús se acerca al hombre golpeado por el mal para curarlo y salvarlo" y que por tanto "la Iglesia también debemos acercarnos a las personas golpeadas por el mal, para actuar como Jesús".
Por otro lado, el obispo ha querido recordar que “Dios se ha manifestado en la historia, Jesucristo se ha encarnado en la historia, y la Iglesia y los cristianos también hemos estado presentes y actuar en la historia” y ha añadido que “a los cristianos se nos pide ser activos y ser críticos. En este sentido, ha querido concretarlo con estas palabras: "Ejercemos nuestra misión como Iglesia de Jesús cuando nos convertimos en la voz de quienes no tienen voz para hacerse escuchar; cuando defendemos los derechos humanos si son vulnerados; cuando proponemos la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural; cuando denunciamos que el beneficio económico se quiere presentar como sano; para tomar decisiones, cuando se piden medidas de gracia; cuando manifestamos que la vocación política debe ser siempre un servicio a las personas y al bien común; "No se puede confundir la aritmética electoral con la democracia", ha sentenciado.
Al finalizar la celebración se han cantado los gozos con letra de Josep Franquet y música del maestro Francesc Civil, con la popular vuelta: Defiéndennos noche y día Narciso mártir del Señor. Seguidamente, ha tenido lugar la tradicional procesión hasta la capilla y el camarín donde reposan las reliquias del santo patrón, que en esta ocasión también se ha hecho escalonadamente y manteniendo las distancias de seguridad sanitaria. No han faltado las pequeñas bolsas con el algodón que nos protegerán del dolor de oreja hasta el próximo año. Estas medidas han permanecido durante todo el día para garantizar que la tradición no está reñida con la protección de la salud.