Celebración de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada en Gerona

Este pasado martes, 2 de febrero -fiesta litúrgica de la Presentación del Señor-, y con las medidas sanitarias correspondientes, religiosos y religiosas de la diócesis de Girona participaron en la celebración de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, este año bajo el lema "La vida consagrada, parábola de fraternidad en un mundo herido". La misa tuvo lugar en la iglesia del Mercadal de Girona y fue presidida por el obispo Francisco. "La finalidad de esta jornada -explicó el obispo- es ayudarnos como Iglesia a valorar cada vez más el testimonio de quienes han escogido consagrar toda la vida a Jesucristo”.

“Los consagrados y consagradas se hacen cercanos a todos con su oración, su austeridad, su vida comunitaria, su corazón misericordioso, sus acciones realizan fraternidad humana que es a la vez divina”, afirmó el obispo Francisco en su homilía, a la vez que los presentó como “hombres y mujeres desde el mundo, desde el lado de los enfermos y ancianos, acompañando y educando a los niños, se convierten en sanadores de este mundo herido”.

“Hoy se nos invita a valoraros, no sólo por lo que hace, sino por lo que sois”, manifestó también, y agradeció su entrega destacando que “con vuestra consagración haga presente su amor en nuestra sociedad”. Por otro lado, y ante los retos actuales de las congregaciones e institutos, el obispo les sugirió: “En estas situaciones necesitamos estar atentos a lo que nos sugiere el Espíritu y asumirlas en paz y serenidad porque tenemos puesta la confianza en el Señor”. "Gracias y coraje", les dijo también, y les alentó a seguir con su compromiso: "¡Jesús te necesita, la iglesia te necesita, la sociedad te necesita! Sed conscientes de que sois presencia permanente del amor de Dios."