
Un total de 28.699 alumnos de centros de titularidad pública y de escuelas cristianas de la Diócesis de Girona están matriculados, durante este curso 2020-2021, en la asignatura de Religión católica, lo que representa un 26,28%. De ese total, 9.918 alumnos estudian en centros públicos y 18.781 en escuelas cristianas. El delegado episcopal de Enseñanza y de la Escuela Cristiana del Obispado de Girona, Pere Micaló, afirma que estos datos se sitúan en la media del conjunto de Cataluña y señala que “ante el momento excepcional que se está viviendo, desde la delegación se indicó al profesorado de religión que se pusiera a disposición de los equipos directivos de las escuelas y que coloquen en todos los equipos directivos de las escuelas”.
En cifras desglosadas, entre centros públicos y escuelas cristianas, las etapas de Educación Infantil y Primaria cuentan con 17.641 alumnos (26,02%) que cursan la asignatura y las etapas de ESO y Bachillerato cuentan con 11.058 alumnos (26,71%). Por lo que respecta a los centros públicos, 5.664 alumnos (10,27%) la cursan en las etapas de Educación Infantil y Primaria y 4.254 alumnos (12,54%) en la ESO y Bachillerato. En estas escuelas se ha contado con 183 maestros y profesores en activo, de los que 122 han impartido la asignatura en las etapas de Educación Infantil y Primaria, y 61 en las etapas de ESO y Bachillerato. En relación a las escuelas cristianas, 11.977 alumnos (94,50%) la cursan en las etapas de Educación Infantil y Primaria; y 6.804 alumnos (91,19%) en la ESO y Bachillerato. En estas escuelas se ha contado con 481 maestros y profesores en activo, de los que 370 han impartido la asignatura en las etapas de Educación Infantil y Primaria, y 111 en las etapas de ESO y Bachillerato.
En una entrevista en el programa de radio diocesano Iglesia Viva, Pere Micaló afirma que "el curso presente es atípico" pero que "la escuela es un lugar muy seguro gracias al esfuerzo de todos los profesionales". En relación a la clase de Religión católica, Micaló señala que "esta asignatura está abierta a cualquier alumno, tenga fe o no", ya que "no se va a practicar la religión ni a rezar, sino a aprender unos conocimientos". "A partir de aquí -explica el delegado de Enseñanza-, es en ámbitos como la familia o la catequesis donde se puede hacer nacer la semilla de la fe".