
El próximo viernes 23 de abril la Catedral de Girona acogerá la 5a edición de la Consueta de San Jorge, una representación teatral basada en un texto mallorquín medieval (siglo XVI) de origen desconocido que rememora la figura de san Jorge, con su patronaje y significado. Las cuatro últimas ediciones -la del 2020, celebrada en julio a causa de la pandemia- han contado con un notable éxito de espectadores y de crítica. Entre los principales alicientes de este espectáculo, muestra del antiguo teatro religioso catalán, destaca el hecho de representarse en un espacio como el de la nave de la catedral gerundense.
Bajo la dirección de Guillem Fernández-Valls, la producción corre a cargo del Capítulo de la Catedral de Girona y la adaptación y dramaturgia es obra de Josep Romeu Figueras. Los actores y actrices que darán vida serán Ivan Bustos, Guillem Fernández-Valls, Jordi Subirà, Ferran Frauca, Mireia Rey y Raymon Pujol. La Capilla de Música de la Catedral de Girona se encargará del canto, y la música del órgano será interpretada por Pau Riuró, quien ha hecho también de la adaptación musical, junto con Ferran Frauca. Por otro lado, el vestuario, el atrezzo y el caballo correrán a cargo de Drakonia; los efectos especiales, de Caution FX; los efectos de vuelo, de Accialt; y la iluminación y el sonido, de Videoson.
Este año habrá dos funciones: a las 6 de la tarde ya las 8 de la tarde. Las entradas son gratuitas, pero es necesario recogerlas a través de la página web www.catedraldegirona.cat . Como en la edición anterior, y como medida de prevención frente a la COVID-19, habrá la posibilidad de adquirir entradas de forma individual o bien como grupo burbuja.
El evento es organizado por el Capítulo de la Catedral de Gerona, con el patrocinio de la Generalidad de Cataluña y la colaboración del Obispado de Gerona, la Diputación de Gerona, el Ayuntamiento de Gerona y los Diablos del Onyar. La Consueta de Sant Jordi se estrenó en la sede episcopal gerundense en 2017 con motivo de los 600 años de la decisión de construir su nave única, recuperando así un espacio que ya en época medieval había acogido este tipo de actos, de marcado carácter pedagógico.
Fotografía: Àngel Almazan