
El Consejo Pastoral Diocesano se reunió, el pasado sábado, 23 de octubre, en el Casal Obispo Cartañà. Fue el primer encuentro presencial desde el inicio de la pandemia de los miembros de este órgano consultivo del Obispado de Girona, en el que participan presbíteros, diáconos, religiosos y religiosas y, sobre todo, laicos y laicas, de modo que queda representada toda la diócesis. Hasta ahora se habían ido reuniendo de forma telemática.
Tras la oración inicial y la aprobación del acta de la sesión anterior, el obispo Francisco presentó las Prioridades Pastorales del curso actual, haciendo un agradecimiento especial a las propuestas surgidas del Consejo. Seguidamente se pasó al siguiente punto del orden del día, la presentación de la fase diocesana Sínodo 2021-2023. Corrió a cargo del coordinador diocesano Mn. Joan Mª Amich, quien expuso el proceso sinodal a nivel universal y de la Diócesis de Girona. En su intervención hizo hincapié en la importancia de la oración a la hora de discernir las diferentes aportaciones -"hay que dejar que el Espíritu parta en nuestro interior", dijo- y recordó unas palabras de Mn. Dario Vitali, consultor de la Secretaría General del Sínodo, en una reciente conferencia en Barcelona: "Si bien sabemos hacia dónde queremos ir, ahora el Papa nos pide un cierto parón. Es el momento de recalcular la ruta, como en un GPS".
A continuación, los miembros del Consejo hicieron sus aportaciones respondiendo al VI núcleo temático del documento preparatorio: DIALOGAR EN LA IGLESIA Y EN LA SOCIEDAD. Este punto constaba de las siguientes preguntas para la reflexión:
Todas las aportaciones fueron recogidas por la Comisión diocesana para el Sínodo, que será la encargada de elaborar un documento final que sintetizará el conjunto de propuestas enviadas por particulares y grupos de trabajo.