
Este próximo viernes, 22 de abril, la Catedral de Girona acogerá la 6ª edición de la Consueta de Sant Jordi, obra de teatro litúrgico de autor anónimo que representa la leyenda de Sant Jordi tal y como se explica en la consueta medieval de la Catedral de Mallorca (s. XVI). La presencia del dragón de los Diablos del Onyar y el san Jorge a caballo son algunos de los elementos más espectaculares del espectáculo, que junto con la puesta en escena, el acompañamiento musical y la propia arquitectura catedralicia, acercan al espectador al ambiente teatral de ese momento.
Las cinco últimas ediciones han contado con un notable éxito de espectadores y de crítica y este año habrá, como novedades, una sesión dedicada a las escuelas a las 11 de la mañana -que ya ha agotado las plazas disponibles-, así como la presencia del artista Antoni Madueño, que cantará una pieza musical medieval durante el espectáculo y como clausura. Las funciones abiertas al público general serán a las siete y media de la tarde ya las doce y media de la noche. Las plazas son limitadas y gratuitas, y es necesario adquirirlas a través de la página web www.catedraldegirona.cat .
Bajo la dirección de Guillem Fernández-Valls, la producción corre a cargo del Capítulo de la Catedral de Girona y la adaptación y dramaturgia es obra de Josep Romeu Figueras. Los actores y actrices que darán vida serán Pep Massó, Guillem Fernández-Valls, Jordi Subirà, Ferran Frauca, Mireia Vallès y Raymon Pujol. La música del órgano será interpretada por Pau Riuró Bofill, quien ha hecho también de la adaptación musical, junto con Ferran Frauca. Por otra parte, los efectos de vuelo irán a cargo de Accialt y la construcción del Drac de Girona ha sido obra de Nuxu Perpiñán.
El evento es organizado por el Capítulo de la Catedral de Gerona, con el apoyo de la Generalidad de Cataluña y la Diputación de Gerona, y la colaboración del Obispado de Gerona, la Catedral de Valencia y el Ayuntamiento de Gerona. La Consueta de Sant Jordi se estrenó en la sede episcopal gerundense en 2017 con motivo de los 600 años de la decisión de construir su nave única, recuperando así un espacio que ya en época medieval había acogido este tipo de actos, de marcado carácter pedagógico.
Foto: Ángel Almazan