
La Catedral de Girona acogió, ayer domingo, 29 de mayo, la clausura de la fase diocesana del Sínodo. En la primera parte del acto se llevó a cabo la presentación de la síntesis de las aportaciones de las 2.058 personas que participaron, de octubre a mayo, en esta convocatoria del papa Francisco. Han formado parte de los más de un centenar de grupos y de multitud de encuentros en toda la geografía diocesana, donde las mujeres han representado un 57% del total y los hombres un 43%; la media de edad se situó en los 50,5 años. Esta consulta sinodal se ha convertido en una buena oportunidad para facilitar que todo el que quisiera pudiera expresar su voz, de forma comunitaria o particular. La síntesis, con 40 puntos, puede encontrarse, íntegramente, en la página web del Obispado de Girona, en la dirección www.bisbatgirona.cat/sinode .
Cuidar la interioridad de las personas, redescubriendo la oración, la escucha de la Palabra, el silencio y la meditación; formar por un cristianismo robusto, avivando el deseo de profundizar en la fe; capacitar para dialogar con la sociedad, con acercamiento y escucha, creando puentes y lazos con quienes piensan diferente; o recuperar el estilo de los comienzos y andar hacia parroquias más sólidas y plurales son algunas de las principales propuestas recogidas en el documento final que fue presentado ayer. Por otro lado, se pide un esfuerzo en hacer valer que la palabra Iglesia va más allá de la institución y la jerarquía, ya que engloba a todos los bautizados, y se reclama una mayor coordinación e integración del “caminar juntos” en el ámbito diocesano. En este sentido, se ha previsto crear un observatorio diocesano para velar por la práctica y el fortalecimiento de la sinodalidad.
El encuentro siguió con la celebración de una misa de clausura, que fue presidida por el administrador diocesano, Mn. Lluís Suñer, quien en su homilía manifestó que con esta convocatoria "hemos aprendido y experimentado a hacer camino juntos, a trabajar conjuntamente". También puso de relieve que "todos somos actores dentro de la gran comunidad coral" y resumió la consulta sinodal en tres conceptos: "escuchar, acoger y compartir". Finalmente, alentó a los participantes a “seguir adelante con el corazón arrollado, inquieto y abierto a las sorpresas de Dios” en este camino que apenas se inicia.
«Para una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión»
El Sínodo se inauguró en el Vaticano los días 9 y 10 de octubre de 2021 bajo el lema "Para una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión". En las diócesis la apertura se realizó el domingo siguiente, 17 de octubre. Una comisión diocesana se ha encargado de impulsar los encuentros, realizar su seguimiento, recopilar las aportaciones y redactar su síntesis final. En Girona esta comisión ha estado formada por tres presbíteros -Mn. Juan Mª Amich, Mn. Josep Puig, Mn. Joan Soler-, dos religiosos -G. Abelardo Rodríguez y Hna. Clara Fernández- y tres laicos -Dolors Lleal, Mapi Osés y Martí Santiago-. Según su coordinador, Mn. Juan Mª Amich, en las aportaciones recibidas a lo largo de estos meses "se apuntan reflexiones y propuestas sobre cambios en el lenguaje y algunas reformas que se consideran necesarias para que la comunidad eclesial transparente más diáfanamente la belleza del Evangelio".
Asimismo, desde la comisión remarcan la buena respuesta recibida, teniendo presente el número de habitantes del territorio diocesano, y ponen como ejemplo comparativo la diócesis de Toulouse, con una población muy superior, en la que han participado unas 2.200 personas, o la de París, donde los participantes declarados son 6.480.
Tal y como indica el procedimiento, las conclusiones diocesanas ya han sido enviadas a la Conferencia Episcopal y al Vaticano, y con toda la información recopilada en esta fase en todo el mundo, la Secretaría General del Sínodo redactará un primer documento de trabajo, que se publicará antes del mes de septiembre de 2022. Será entonces cuando se inicie la 2 ar a escala continental a la luz de las particularidades culturales específicas de cada continente», según se apunta desde el Vaticano. Las asambleas continentales se cerrarán con la redacción de un documento final que deberá ser enviado en marzo de 2023 a Roma. Con toda esta información, la Secretaría General del Sínodo redactará el segundo documento de trabajo antes de junio de 2023, que servirá de base para la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos, en octubre de 2023.
Fotografías: Àngel Almazan