
La solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, la fiesta del Corpus, celebrada este pasado domingo 19 de junio, ha recuperado, en la Catedral de Girona, todos los elementos que la identifican. La decena de alfombras florales –que elaboran las Cofradías de Semana Santa– cubrían el itinerario que recorrió la custodia desde la puerta principal de la sede hasta la basílica de Sant Feliu y, nuevamente, el águila portada y acompañada por la Falera Gerundense bailó bajo la gran nave gótica en el gesto. El oficio de Corpus fue presidido por Mn. Jaume Julià, presidente del Capítulo, y concelebrada por una decena de presbíteros diocesanos.
Al finalizar la misa, se inició la procesión hacia la basílica, con la custodia grande bajo el tálamo, llevado por los representantes de las cofradías, que bajó por la gran escalinata. En la plaza de la Catedral, y sobre la alfombra más grande, se hizo una primera oración eucarística. Ya en el interior de Sant Feliu tuvo lugar un rato de oración y se dio la bendición final a la celebración.
Fotografías: Àngel Almazan