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Oficina de Comunicación del Obispado de Girona

Lunes 25 de Septiembre de 2023

Cáritas muestra su preocupación por las familias que no recibirán alimentos a partir de enero

A partir de 2024 se implantará un cambio de modelo en la cobertura de las necesidades básicas con el objetivo de sustituir las ayudas alimentarias en especie por tarjetas monedero que permitirán a las personas beneficiarias comprar directamente en los supermercados. Éste
nuevo sistema forma parte del nuevo Programa de Asistencia Material Básica de la Unión Europea.

Cáritas Diocesana de Gerona reconoce las ventajas de este cambio en la normalización de la cobertura de las necesidades básicas y en la lucha contra la estigmatización. Sin embargo, Dolors Puigdevall, directora de Cáritas, ha remarcado que "tenemos preocupación por las familias que a partir del 1 de enero pueden quedar desatendidas y por no poder garantizar el derecho a la alimentación".

En el marco del modelo basado en la entrega de alimentos en especie, Cáritas ha implementado proyectos que van más allá de la distribución de alimentos. Se ha puesto énfasis en el acompañamiento integral de las personas y en la creación de espacios formativos y de empoderamiento para las familias participantes. Además, ha establecido un modelo de la misma distribución de alimentos en formato "autoservicio", conocido como Centro de Distribución de Alimentos, que ha intentado equiparar el espacio y la experiencia al funcionamiento de un pequeño supermercado. Las familias atendidas a través de estos proyectos son familias derivadas desde los Servicios Sociales y, por tanto, con un diagnóstico social y un plan de trabajo donde se establece que necesitan esta ayuda.

El impacto del nuevo modelo de distribución de alimentos

Con la llegada del nuevo programa europeo se prevé una reducción del número de personas atendidas, puesto que se cuenta con el mismo presupuesto que con el modelo anterior. El modelo actual de cobertura de las necesidades alimentarias, a través de alimentos en especie, ha combinado alimentos que han llegado a través de los distintos programas promovidos por la Unión Europea, con los excedentes alimenticios de las industrias agroalimentarias y las diferentes campañas solidarias de recogida de alimentos. Las tarjetas monedero tienen un coste por familia más elevado, ya que la compra se realizará en un supermercado ordinario, lo que limitará la capacidad de cobertura. En consecuencia, sólo un porcentaje pequeño de las familias beneficiarias hoy recibirán esta ayuda a partir de 2024. Esto genera incertidumbre sobre el
futuro de las personas que actualmente cuentan con ese apoyo. Dolors Puigdevall ha asegurado que se está haciendo "un trabajo intenso de las últimas semanas con todas las administraciones, insistiendo en encontrar soluciones y garantizar que nadie quede desatendido en este proceso de transición".

De las 8.000 familias que se atienden en la actualidad quedarán excluidas 4.800 La entidad destaca la posibilidad de mantener un doble modelo de cobertura -desde la administración se apunta a esta posibilidad-, durante los próximos años, combinando las tarjetas de prepago
con la distribución de alimentos en especie. Sin embargo, este planteamiento presenta un desafío importante, ya que las partidas provenientes de la Unión Europea representan en estos momentos el 60% de los alimentos básicos distribuidos por Cáritas. Si no se puede contar con estas partidas, Cáritas alerta de que con el modelo actual de entrega de alimentos en especie sólo se podrá atender a un 30% o 35% de las familias que en la actualidad se atentan. Si a estas familias que se pueden seguir atendiendo a través del modelo actual, se le suman las familias que podrán atenderse a través del nuevo modelo de tarjetas monedero, que son el 10% de las atendidas en la actualidad, el resultado es que todavía quedan fuera de cobertura entre un 55% y un 60% de las familias atendidas. Es decir, que a partir del 1 de enero de 2024, de las 8.000 familias atendidas, 4.800 quedarán excluidas.

Una propuesta para el 30 de septiembre

La entidad gerundense expresa su preocupación por esta situación, especialmente viendo que la tendencia de algunos Ayuntamientos es reducir el número de familias atendidas, y pide la implicación de las administraciones locales y de la Generalitat para identificar nuevos recursos y asegurar la cobertura de las necesidades alimentarias de todas las familias en situación de vulnerabilidad. Por este motivo, Cáritas
está trabajando intensamente con el objetivo de conseguir una propuesta antes del 30 de septiembre, y así se ha comunicado a los Ayuntamientos, dado que la entidad considera que este plazo es esencial para la concreción de un plan de acción adecuado para 2024 que pueda dar una respuesta efectiva, coordinada y con la previsión necesaria.

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