
Este pasado martes, un centenar de personas provenientes de una quincena de parroquias participaron en el 30º Encuentro diocesano de Vida Creixent, que en esta ocasión tuvo lugar en Santa Coloma de Farners. A media mañana se hizo la asamblea del movimiento en la iglesia parroquial, ya continuación se celebró la misa, que fue presidida por el obispo de Girona, fray Octavi Vilà, con la participación de la coral "Nuestro Hogar". Fue concelebrada por varios presbíteros de la diócesis, entre ellos el párroco de la parroquia, Mn. Josep Casellas.
En la homilía, fray Octavio afirmó que «vivir la fe en plenitud, con confianza y con amor es vivir en paz» y que «en todas las etapas de la vida hay que trabajarla, esa paz». «Cuando la vida va creciendo no merma esta labor de constructores de nuestra paz personal», remarcó. «Preservar la paz en las familias es preservar su unidad, su armonía, es hacernos la vida más fácil porque allí donde amor y paz, todo resulta más fácil», afirmó el obispo, y manifestó que «sentirse útil, vivir con alegría cada etapa de nuestra vida es a la vez agradecer ese don que es la vida, ese regalo que Dios nos ha hecho a cada uno.
«Vosotros sois evangelizadores, sois mensajeros de reflexión en el seno de vuestras familias y no puede haber tarea mayor ni más importante», señaló, y recordó que si bien «la fe cuesta a veces de arraigar en el ámbito familiar, ¿cuántas veces no hemos escuchado que una semilla ha sido sembrada por una abuela que ha enseñado a un Padrenuestro? «Un evangelizador nunca se jubila», subrayó, y añadió que este «siempre debe estar listo para dar testimonio de su fe, para decir una palabra de consuelo o de sabiduría o simplemente para estar allí con una mirada de dulzura, un consejo a punto y una mano tendida, símbolos del amor, de la práctica del amor».
Terminada la celebración eucarística, los asistentes se trasladaron al pabellón de La Nòria para compartir una comida de hermandad.