
La Casa Santa Elena de Solius acoge, desde este pasado lunes y hasta el viernes, una tanda de ejercicios espirituales para presbíteros y diáconos de la Diócesis de Girona. El encargado de dirigirla es el obispo emérito de Huelva, Josep Vilaplana y Blasco. Nacido en Benimarfull (Alicante) en 1944, ha sido obispo auxiliar de Valencia (1984-1991), obispo de Santander (1991-2006) y obispo de Huelva (2006-2020). En el ámbito de la Conferencia Episcopal Española, es actualmente miembro de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada.
El obispo Vilaplana explica que el tema central de los ejercicios están siendo el Credo -«como fundamento de nuestra fe»- y las Bienaventuranzas -«como al estilo de vida de los seguidores de Jesús». "Y dentro de estos dos temas -remarca- vamos subrayando aquellos aspectos relevantes de la vida del cura". Asimismo, afirma que, para cada uno, el hilo conductor de estos días "debe ser un diálogo personal con Dios y preguntarle qué quiere de mí en ese momento de mi vida". En este sentido, la tarea como director de los ejercicios, señala el obispo Vilaplana, es "aportar elementos para que esta respuesta esté basada en lo esencial". Y añade que «en la vida hay muchas urgencias que nos distraen y tenemos la necesidad de revitalizar lo fundamental».
Por último, destaca la importancia de los ejercicios espirituales para los presbíteros y diáconos: «Es una forma de revitalizar el amor hacia Jesús, así como la conciencia de que somos enviados a anunciar la buena noticia del Evangelio». "En medio del día a día, es un momento de relanzamiento y renovación", destaca.