
La nave de la catedral de Girona acogió, un año más, la representación del Cant de la Sibil·la, en un par de sesiones que llenaron las localidades previstas. Contó con la participación de GiroNins, La Jove, la Capilla Polifónica de Girona, la Cobla de Ministrers de Girona y el organista Pau Riuró, todos bajo la dirección de Martí Ferrer y Bosch.
Este año se recuperó la tradición de engalanar la nave con barquillos de papel, perdida en la ciudad de Girona, pero que había tenido mucha fuerza durante siglos en las comarcas gerundenses. También se estrenó una glosa sobre el estribillo de El Canto de la Sibila que el compositor gerundense Miquel Sunyer i Bover había escrito para la ocasión por encargo de la Capilla Polifónica de Girona, y que se pudo disfrutar acompañada por la Cobla de Ministrers de Girona . Y tal y como se hizo el año pasado, y para introducir a los más jóvenes en esta tradición, se hizo una representación para escolares unos días antes.
Como ya es habitual, después de El Canto de la Sibila la Capilla Polifónica de Girona, los GiroNins y este año también La Jove (la sección joven de nueva creación) cantaron villancicos tradicionales catalanes invitando al público a cantar una estrofa de cada una. Los villancicos que se cantaron, acompañados por Pau Riuró al órgano, fueron escritos expresamente en esta ocasión por el compositor tortosino Josep Ollé i Sabaté.
El Canto de la Sibila en la catedral de Girona
En 2021, los GiroNins (la coral infantil de la Capilla Polifónica de Girona) recuperaron el Canto de la Sibila según la letra y la música consignadas en el Ordinarium Sacramentorum secundum laudabilem ritum Diocesis Gerundensis , impreso en 1550. GiroNins) quien encarna el papel de la Sibila.
Fotografías: Àngel Almazan