
«No tengas miedo» (Lc 5,11)
Este fin de semana tiene lugar en Madrid el Congreso de Vocaciones en el que participa también una delegación de jóvenes de la Iglesia de Gerona. A menudo pensamos que la vocación se limita a la vida presbiteral oa la vida consagrada, pero podríamos decir que existe una única vocación, la de ser cristiano, la de seguir a Jesús, que se expresa de formas múltiples, con diferentes servicios. La vocación es única, los servicios a los que estamos llamados son múltiples. Hacer algo de manera vocacional significa en lenguaje coloquial hacerlo a gusto, con agrado. De hecho, cualquier tarea, cuando nos pesa hacerla, se nos hace pesada y miramos o bien terminarla lo antes posible o bien dejarla inconclusa. En cualquier caso, no la hacemos correctamente. Por el contrario, lo que nos gusta hacer, aquello con lo que disfrutamos, tiene muchas posibilidades de que nos esforcemos por hacerlo bien.
El Señor llama, esto es indudable. Sin embargo, hay que tener la oreja atenta para escuchar lo que nos llama y tener el coraje necesario para seguir esta llamada. Hay quien está llamado a una vida consagrada o sacerdotal, pero también hay quien está llamado a la vida matrimonial, a ejercer una determinada profesión, a realizar una determinada tarea dentro de una comunidad o dentro de la propia Iglesia. Sentirse llamado y aceptar la propuesta o el reto que nos puede plantear Cristo a menudo no es fácil. En nuestra sociedad faltan las vocaciones al servicio eclesial, esto es cierto y todos tenemos constancia de ello, pero no es menos cierto que también faltan en la vida matrimonial, por ejemplo.
Es necesario que hagamos un esfuerzo por responder a los diversos llamamientos, por estar atentos a lo que nos pueda decir el Señor, y sobre todo por vivirlo con ilusión y esperanza. Ésta es la mejor manera de generar una dinámica que ayude a otros a estar atentos a la voz de Cristo ya plantearse seriamente de seguirlo hasta allí donde nos llama.
El lema del Congreso de Vocaciones será «¿Para quién soy?» Es una referencia a la reflexión del papa Francisco en la Exhortación Apostólica postsinodal Christus vivido escrita a raíz del Sínodo sobre los jóvenes y el discernimiento vocacional en 2018. El Papa nos dice que «Muchas veces, en la vida, perdemos tiempo preguntándonos: “Pero, ¿quién soy yo?”. Y tú puedes preguntarte quién eres y pasar toda una vida buscando quién eres. Pero, y si te preguntas: "¿Para quién soy yo?"». Estás para Dios, sin duda. Pero Él quiere que seas también para los demás, y ha puesto en ti muchas cualidades, inclinaciones, dones y carismas que no son para ti, sino para otros.» ( Christus vivido , 289).
Somos para Dios y para los demás, y lo somos porque amamos a Dios ya los demás. No puede haber mejor vocación, no tengamos miedo a seguirla.
+ fray Octavio,
obispo de Girona