«La justicia y la paz deben afrontar de nuevo muchos retos; algunos, pocos, son nuevos, otros han ido adquiriendo nuevos rostros, pero detrás de éstos siguen existiendo las mismas motivaciones de siempre». Éstas fueron algunas de las palabras de fray Octavi Vilà en su intervención, el pasado viernes 28 de febrero en la conmemoración del medio siglo de la fundación de Justícia i Pau en nuestro obispado. El acto tuvo lugar en el Centro Cultural la Mercè de Girona. Le acompañaban el alcalde de Girona, Lluc Salellas, y el presidente la entidad, Albert Quintana. Llenaban la sala más de un centenar de personas, antiguos miembros de las juntas de estos años, representantes de otros servicios diocesanos del apostolado seglar y de entidades cívicas presentes en la diócesis.
En su intervención, el obispo señaló que «habría podido darle las gracias por su trabajo y que a partir de hoy ya no es necesaria porque la paz, la justicia y los derechos humanos están garantizados en todas partes. Lamentablemente no es así, y por eso a la vez que le damos gracias por su labor de estos últimos cincuenta años le pedimos que siga trabajando en ella porque su presencia, su voz y su trabajo sigue siendo necesario».
Durante el acto, y en diversas intervenciones, se recogió la trayectoria de Justícia i Pau en Girona de estas cinco décadas, con campañas de sensibilización, movilizaciones tanto en el ámbito social como en defensa de la paz y convivencia. Las intervenciones se alternaban con canciones que interpretaba Xavier Thió, con letras relacionadas con la esperanza. Varias entidades y plataformas cívicas presentes se añadieron a la velada felicitando a Justícia i Pau, que repartió una bonita paloma de la paz como recuerdo, una pieza hecha por la escultora, Rosa Serra.
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