Girona acoge un receso de Cuaresma organizado por los movimientos y grupos de la diócesis

La iglesia de San Miguel de Palau-Sacosta de Girona acogió, el sábado 15 de marzo, un remanso de Cuaresma organizado por los movimientos y grupos de la diócesis. Comenzó con un saludo por parte de Dolors Lleal, de los Cursillos de Cristiandad, y de Mn. Jordi Reixach, administrador parroquial y arcipreste de Girona-Salt. Seguidamente, comenzó la meditación, que corrió a cargo del obispo de Girona, fray Octavi Vilà. En su reflexión remarcó que «cuaresma no tendría ningún sentido si no fuera un camino, un camino hacia la Pascua». En este sentido, invitó a los asistentes a «vivir ese tiempo con esperanza, manteniendo el contacto con el Señor a través de la oración». «Lo que da fortaleza a Jesús, en las escenas de la Pasión, es precisamente la oración», indicó. Por otra parte, manifestó que "transmitir nuestra fe y nuestra esperanza es el mejor regalo que podemos hacer en el mundo que nos rodea".

Seguidamente, tuvo lugar la misa, que fue presidida por el obispo y concelebrada por Mn. Jordi Reixach. En la homilía, el obispo recordó que en nuestra relación con Dios «hay un compromiso de cumplir lo que Él nos manda. Pero no debemos cumplirlo por miedo o de mala gana, forzados, sino que el vínculo que nos une al Señor es el amor, el de Él hacia nosotros y nuestro hacia Él».