La Iglesia celebra, este domingo 27 de julio, la 5ª Jornada Mundial de los Abuelos y de las Personas Mayores, bajo el lema «¡Feliz aquel que no ha perdido la esperanza!» (cf. Sir 14,2) . Tiene lugar cada año el cuarto domingo de julio, en torno a la fiesta de los santos Joaquín y Ana, abuelos de Jesús.
En su mensaje para esta Jornada, en el contexto del Jubileo 2025, el papa León XIV invita a reconocer a las personas mayores no sólo como destinatarios de la atención pastoral, sino también como testigos de la esperanza y protagonistas de la vida eclesial. Afirma que «en la Biblia, Dios muestra muchas veces su providencia dirigiéndose a personas de avanzada edad. Así ocurre no sólo con Abraham, Sara, Zacarías y Isabel, sino también con Moisés, llamado a liberar a su pueblo siendo octogenario (cf. Ex 7,7)». Y añade: «Con estas elecciones, Dios nos enseña que, en sus ojos, la vejez es un tiempo de bendición y de gracia, y que para Él los ancianos son los primeros testigos de esperanza».
El papa León XIV ha decidido que quienes no puedan peregrinar a Roma este año podrán conseguir la Indulgencia jubilar si visitan a ancianos en soledad o si hacen una obra de caridad o peregrinación donde ellos estén presentes. De este modo, León continúa así el camino del papa Francisco, que quiso que esta Jornada se celebrase, sobre todo, yendo al encuentro de los ancianos que viven solos.
* Leer el mensaje completo del Papa con motivo de esta Jornada
* Leer la carta del obispo, fray Octavi Vilà, de este domingo, dedicada a la Jornada
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