En el transcurso de un sencillo acto que reunió al personal de los diferentes servicios diocesanos, el obispo Francisco les agradeció su servicio a la Iglesia que está en Girona. En primer lugar el Vicario general, Mn. Luis dirigió unas palabras destacando el sentido del acto de marcado espíritu fraternal, en torno al salmo 98: “De una cabeza a otra de la tierra, todo el mundo verá la salvación de Dios”. Seguidamente una oración once peticiones: más paz, más fraternidad, que en las parroquias resuene la salvación de Dios, que la Curia sea una familia donde se transparente la acogida, que desde nuestra catedral resuene la alegría de Navidad, que Cáritas manifieste la mirada compasiva de la Navidad, que las diferentes delegaciones del Señor, que los religiosos y religiosas contagien sencillez y espíritu de servicio, que las familias sean expresión de la ternura de Dios y que nuestra Navidad sea cada vez más Navidad de Jesús.
Mundos. Pardo, dirigió unas palabras en tono de reflexión en torno al deseo: ¡Feliz Navidad! Su verdadero sentido va más allá de las consideraciones sociales. Para todos los cristianos Navidad es un punto de inflexión en nuestras vidas personales y la ternura del niño nos invita también al examen interior y al sentido que damos a nuestras vidas, como creyentes y miembros de una comunidad de creyentes. También agradeció a los presentes su trabajo y colaboración y les pidió que hicieran llegar su deseo de una Navidad a los familiares y amigos.