Tortosa y Sant Carles de la Ràpita acogieron, este pasado fin de semana del 19 y 20 de mayo, la 12ª edición del Aplec del Espíritu, un encuentro que reunió a más de 1.200 jóvenes cristianos provenientes de las diócesis con sede en Cataluña y Baleares, una treintena de los de los de la treintena de nuestros de la cabeza. Jordi Callejón. “Es una alegría poder acogeros a todos los jóvenes de los otros obispados de Catalunya” – afirmó Mons. Enric Benavent, obispo de Tortosa, en el acto de acogida en el Parque Teodor González – “Es para nosotros la primera vez que celebramos el Aplec: es un reto, pero sobre todo una ilusión”. Benavent quiso destacar la participación de 200 voluntarios tortosinos en la organización del Aplec y la inmensa ayuda que esto supone para unir a los jóvenes de su diócesis y también a los de toda Cataluña: “Nos ayuda a conocer a los jóvenes de todos los obispados, a compartir un día nuestra fe, y eso pienso que para los jóvenes es importante”, porque éstas encuentra.
En la misma línea se expresaba Mons. Francesc Pardo, obispo de Girona y responsable de la Pastoral de Juventud de la Conferencia Episcopal Tarraconense: “Es un estímulo importante, sobre todo para estos chicos y chicas que son de pueblos, que se encuentran a veces muy solos, en pequeños grupos, que las parroquias están de algún modo envejecidas... de sus aficiones... Esto es coraje y ánimos para ellos”.
Sábado en Tortosa
Durante la mañana los jóvenes fueron llegando al Parque de Teodor González. Allí les esperaba la música de DJ NIRA, que les hizo bailar desde el primer instante. A continuación la Asociación Cultural 4más1 y los Gaiters del Aguilot les hicieron bailar danzas tradicionales, y vieron el espectáculo del Mag Cesc Vives. El acto de bienvenida se inició de forma oficial con el espectáculo de los abanderados de la Fiesta del Renacimiento, que se celebra en Tortosa cada mes de julio. La alcaldesa, Meritxell Roigé, dio la bienvenida a los jóvenes: "Nos hemos implicado muchísimo, porque consideramos que es un evento muy importante para la ciudad. Hemos querido mostrar qué es la ciudad de Tortosa a todos los que han venido de fuera y los
hemos enseñado parte de nuestra cultura.” La mañana cerró con el drama El bar de Sicar, inspirado en la historia de la samaritana que buscaba saciar su sed de felicidad bebiendo de los pozos que el mundo le ofrecía, y con todos los jóvenes cantando juntos el himno del Aplec, compuesto por el grupo de música cristiana Canta.
Por la tarde, los 700 adolescentes se separaron de los grupos de universitarios, y se dirigieron hacia el parque de la Universidad Rovira i Virgili. Allí fueron a encontrar cinco pozos que contienen distintas aguas, como el agua de la libertad, del poder o de la imagen. Jóvenes disfrazados de personajes famosos como El lobo de Wall Street, Kim Jong Uno o una youtuber famosa les animaban a beber de ese agua, a partir de juegos y de mucho humor. Al final unos jóvenes dieron su testimonio de cómo ellos bebieron de uno de los pozos y no fueron felices. El drama Lifehouse everything y las palabras del obispo Antoni Vadell recordando que Jesús tiene siete de ellos cerraron esa tarde. Mientras, los universitarios habían hecho una gincana por la ciudad, antes de llegar a varios puntos de la ciudad donde pudieron escuchar y hacer preguntas a testigos que les explicaron cómo descubrieron cuál era su vocación.
Eucaristía del Aplec del Espíritu
El sábado por la tarde la Catedral de Tortosa se llenó de jóvenes, a la vez que muchos adultos quisieron compartir con los jóvenes esta Eucaristía, presidida por el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, y concelebrada por todos los obispos de las diócesis con sede en Cataluña y Baleares, a excepción, por razones de salud, del . Durante la homilía, el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, planteó a los jóvenes cuatro preguntas: "¿De qué tiene sed, queridos jóvenes? ¿Tiene sed de ser felices? ¿Tiene sed de poner su grano de arena en este mundo? ¿Tiene sed, de verdad, de seguir a Jesús? ncs, no lo dude, déjese amar por Jesús, ábrale el corazón, ábrele la vida y deje que su espíritu, el Espíritu Santo, que hoy estamos esperando, haga maravillas con vosotros.
“¡Cantaremos y alabaremos a Dios juntos!”
Así se presentó una de las mejores bandas de música cristiana de alabanza del mundo, el grupo británico Worship Central, auténtica estrella de la noche del Aplec del Espíritu, en la zona de conciertos del Seminario de Tortosa. Los jóvenes siguieron y cantaron las letras de las canciones de alabanza a Dios con una pantalla situada detrás del escenario. “Pense en una persona que quiera que tenga a Dios, y ruega por ella en ese momento”, propuso en un momento del concierto el cantante, Luke Hellebronth. Oración, baile y canto se fueron alternando naturalmente en el concierto, que fue precedido por una sesión de música disco de DJ Nira, y que acabó con un rato de adoración en el Santísimo, acompañada musicalmente por Worship.cat, que cerró con todos los jóvenes saltando al ritmo de la canción Te seguiré.
El domingo en San Carlos de la Rápita
El domingo los jóvenes se trasladaron al Paseo marítimo de San Carlos de la Rápita. El arzobispo de Barcelona, el cardenal Joan Josep Omella, presidió una celebración en la que el delegado de juventud del Obispado de Solsona, Marc Trull, hizo la catequesis. Los jóvenes renovaron las promesas bautismales en el Parc del Garbí. Con los parlamentos del obispo de Girona, Francesc Pardo, del obispo de Tortosa, Enric Benavent, y del director del Secretariado Interdiocesano de Juventud, Bruno Bérchez, se cerró el Aplec. En su intervención, el obispo de Girona recordó a los presentes que "cada uno de vosotros sois únicos, irrepetibles. #Cristéslavida quiere decir que para Él sois el más importante". Finalmente, reclamó que “Cristo te necesita, la Iglesia te necesita, la sociedad te necesita: no nos abandone”. Una mascletá y el himno del Aplec, Cristo es la vida, pusieron punto y final a este 12º Romería del Espíritu.