
El 61% de la población mundial vive en países en los que no se respeta la libertad religiosa. Esto significa que 6 de cada 10 personas en el mundo no pueden expresar su fe con total libertad. Ésta es una de las principales conclusiones del "Informe de Libertad Religiosa en el Mundo" que ha presentado a nivel internacional la fundación de la Santa Sede Ayuda a la Iglesia Necesitada, y que ayer jueves se dio a conocer en el Casal Obispo Cartañano de Girona de la mano de Marta García Campos, miembro del comité internacional de Llibert. Presidió el acto el obispo Francisco.
El estudio analiza en 196 países de todo el mundo y para todos los credos, el grado de cumplimiento de ese derecho a la libertad religiosa recogido en el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. De todos los países del mundo, en 38 de ellos se cometen importantes violaciones de la libertad religiosa. En 21, existe persecución, en algunos casos hasta la muerte y en 17 de ellos, discriminación, por las creencias religiosas. A raíz de los datos de este informe, se calcula que 327 millones de cristianos viven en países donde existe persecución religiosa y 178 millones en países donde se discrimina por seguir una religión.
El Informe de Libertad Religiosa en el Mundo revela que, en los peores países por vivir la fe, la situación ha empeorado en los últimos años. Por tanto, a nivel global, la libertad religiosa está en retroceso. El dato positivo del informe de 2018 es la evolución favorable de la libertad religiosa tanto en Siria como en Irak. Una vez derrotado militarmente el ISIS, las minorías religiosas han empezado a regresar a sus lugares de origen.