
Cáritas Diocesana de Girona ha atendido a 892 niños y jóvenes en proyectos socioeducativos durante el confinamiento. La mayoría de intervenciones se han realizado vía telemática y de forma coordinada con los centros educativos, servicios sociales y otros agentes del territorio. La entidad ha constatado el aumento de la desigualdad en el ámbito educativo en entornos vulnerables, y alerta de que hasta 105 de los niños atendidos no dispone de conexión a Internet o de los dispositivos necesarios para seguir las clases, como ordenadores o tabletas. Su directora, Dolors Puigdevall, ha afirmado que "la desatención de los niños y jóvenes significa acelerar los procesos de transmisión intergeneracional de las situaciones de pobreza y exclusión" y que por eso "hay que dar respuesta también durante el período de vacaciones a las familias vulnerables que ahora terminan un curso del todo anómalo que puede incrementar aún más la desigualdad existente".
Cáritas ha movilizado al voluntariado y ha recibido varios donativos materiales para tratar de reducir la brecha tecnológica, que no ha sido cubierta al 100% por la administración. En Salt, por ejemplo, la entidad ha recuperado una cuarentena de ordenadores y tabletas usadas, para entregarlas a familias vulnerables. Además, la organización alerta de que muchas familias en situación de exclusión social no pueden acompañar a los procesos educativos de los niños en condiciones de igualdad respecto al resto, por falta de habilidades, desconocimiento de la lengua y otros factores propios de la exclusión social.
Los técnicos han detectado situaciones de estrés emocional, producto de la situación de crisis y confinamiento, miedos, desinformación e incluso situaciones de ciberacoso. El servicio telemático ha realizado también intervenciones dirigidas a los padres, madres o tutores, que se han centrado en detectar necesidades y coordinarse con agentes del territorio para darles respuesta. Cáritas ha podido comprobar que existen menores en edad escolar que no han seguido el curso a distancia. La entidad se ha sumado a la “Carta abierta a representantes políticos” de la CME (Campaña Mundial por la Educación) y el Movimiento por la Educación Transformadora para defender el derecho a la educación ante el Covid-19 y exigir medidas que aborden la emergencia educativa.
Cáritas quiere garantizar los derechos de niños, jóvenes y sus familias, por lo que apuesta por abrir de forma presencial los servicios socioeducativos, siguiendo las medidas de higiene y protección que determinen las autoridades competentes, y mantener también acciones telemáticas. La entidad ofrecerá soporte en los estudios, pero priorizará aprendizajes como la gestión de las emociones, el pensamiento crítico y el desarrollo de habilidades sociales. Por lo que hace este verano, Cáritas quiere evitar que el alumnado pierda el hilo de los estudios y de las dinámicas de aprendizaje y por eso ofrecerá hasta 50 servicios, que engloban sesiones de apoyo individual a menores vulnerables ya sus familias, grupos socioeducativos reducidos y casales de verano. En total, la entidad prevé acompañar a 535 niños y jóvenes en 29 municipios de la diócesis de Girona.